Así pues estos edificios en ruinas estaban siendo utilizados por ocupas a la espera de que les llegara su hora y al fin, una máquina ha ocupado el puesto de verdugo. Cabe decir que falta aún mucho por demoler y queda la incógnita de si se pondrán a construir los nuevos edificios o no. Estos nuevos bloques deben ser del mismo diseño que los contiguos cerrando así las 2 manzanas existentes con una novísima y excelente fachada para la calle Amor Ruibal.
Pero esto no es todo y es que la nueva vía del tren proveniente de Ourense ha obligado ha ampliar el viaducto de Pontepedriña y obligará a hacer lo mismo con el viaducto contiguo sobre Amor Ruibal para dar entrada a la estación, mas esto supondrá la demolición de un viejo edificio solitario.
También en la zona empieza a ascender el bloque de la compañía Urban y que, junto a otro gran bloque de mayor tamaño (supuestamente promovido por Urazca) taparán las traseras de los edificios actuales y cambiarán la vista de acceso a la ciudad desde el sur.
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