Por todo esto se planteó hace ya años la ampliación de la autopista a su paso por la ciudad. Se llegó a presentar el proyecto y establecer la cantidad necesaria para semejante actuación (80 millones), que suponía pasar en algún punto a contar con hasta 10 carriles en total.
El tiempo ha ido pasando y sea por la burocracia o la falta de presupuesto el proyecto sigue aparcado, algo que nos está dando tiempo para cavilar en si esta actuación no será más bien un despropósito.
Con la llegada de la crisis el tráfico se ha reducido considerablemente y más tras la apertura del túnel del Hórreo, que ha eliminado el principal punto conflictivo de la SC-20. A falta de arreglar la dichosa rotonda de Conxo que actualmente trae más de cabeza a los vecinos de la zona que a los vehículos pasantes, el atractivo del periférico compostelano va en aumento en detrimento de la autopista, que supone un recorrido mucho mayor.
En el momento cumbre de la autopista se alcanzaban los 3.000 vehículos hora y el tráfico que salía por San Lázaro llegaba a colapsar la autopista, hasta tal punto que se formaban colas que obligaban a reducir la velocidad drásticamente en plena vía de alta capacidad. Actualmente apenas se llegan a superar los 2.500 veh/h.
Quien ha ganado todo este tráfico ha sido precisamente el periférico a su paso por la Rocha en donde se llegan a superar los 3.000 veh/h en ambos sentidos (6.000 en total). Antes de la apertura del túnel del Hórreo los picos eran de 2.000.
Con este panorama, ¿es necesario dejarse 80 millones en convertir la autopista en un enorme río de asfalto?
Claramente no. Incluso podemos debatir si con el panorama anterior era necesario, pues los problemas venían de la falta de accesos adecuados y por el sobrecargado enlace de San Lázaro. Este despropósito puede ser incluso mayor una vez se corrija la rotonda de Conxo, dejando la autopista para un tráfico mucho más pasante.
Claramente no. Incluso podemos debatir si con el panorama anterior era necesario, pues los problemas venían de la falta de accesos adecuados y por el sobrecargado enlace de San Lázaro. Este despropósito puede ser incluso mayor una vez se corrija la rotonda de Conxo, dejando la autopista para un tráfico mucho más pasante.
¿Qué hacemos?
Esta situación en la que la ampliación de la autopista está pero no está lleva a un abandono total de la misma. A esperas de ver si se amplía o no, la autopista se está convirtiendo en un auténtico campo de batalla en donde ya no el asfalto en mal estado, si no los baches de varios centímetros de profundidad se reproducen como setas: especialmente llamativo es el carril derecho sentido sur entrando por San Lázaro.
La paradoja reside en que no tiene sentido gastarse varios millones en un reasfaltado de este tramo con la mirada puesta en unas obras de ampliación, pero tampoco tiene sentido una ampliación innecesaria, parada, mientras los vehículos se juegan sus amortiguadores y la seguridad se ve comprometida (accidentes constantes).
La solución desde aquí propuesta pasa por ahorrar esos 80 millones y limitarse a reformar correctamente los enlaces, construir el tan necesario acceso en A Sionlla, que a su vez reduciría el tráfico en el enlace de San Lázaro, el de la Ciudad de la Cultura, ensanchar el paso inferior de la rúa das Estrelas (ya comprometido con la ampliación), arreglar la rotonda de Conxo (también asociada a Fomento) y por supuesto el correcto reasfaltado de todo el tramo, señalización, etc. Con esto el ahorro sería considerable y el tráfico quedaría liberado por muchos años.
Para el futuro
Tiempo habrá para ampliaciones. Tras la propuesta dada para reparar el "colapso" actual aún quedan muchas alternativas para evitar ampliar la autopista, entre ellas, el periférico oeste que permitiría vertebrar el lado más abandonado del aérea metropolitana y equilibrar ambas partes.
Para el futuro
Tiempo habrá para ampliaciones. Tras la propuesta dada para reparar el "colapso" actual aún quedan muchas alternativas para evitar ampliar la autopista, entre ellas, el periférico oeste que permitiría vertebrar el lado más abandonado del aérea metropolitana y equilibrar ambas partes.
Hola!
ResponderEliminarHay puntos en los que no coincido, pero en uno sí: hay que racionalizar el gasto y también las infraestructuras a realizar. No puede seguir la política de fomento del uso del vehículo. Precisamente diversos estudios y así lo señalan también expertos académicos, Galicia está realmente atrasada en planes de movilidad para el transporte público en sus ciudades y su área metropolitana. Y Santiago no es una excepción. Realmente es una vergüenza la política que se ha echo en este tema en las últimas décadas, es decir, nada. La inversión en infraestructuras y en la planificación urbana sigue girando mayormente entorno al uso del vehículo privado. Por muchas infraestructuras que se realicen, si no hay un plan de movilidad detrás, no se van a solucionar los problemas, si no al revés. La alta dependencia del coche es fruto de ello y en Santiago parece que nuestros políticos no se enteran, parece que viven de espaldas a Europa o por no salir de España, ejemplo es Vitoria que cuenta con alguna línea de tranvía que conecta su periferia con el centro. ¿Para cuándo algo así en Santiago? Ya debería de haber algo, pero no hay voluntad ni la habrá.
Totalmente de acuerdo con todo, pienso exactamente lo mismo
ResponderEliminarQuiero señalar algo más en relación a la primera entrada. Me resulta una vergüenza y también es triste la política del ayuntamiento sea del color que sea de proyectar más parquings por el centro. Es que Santiago no anda sobrada de parquings?? La gente va a comprar más por tener el coche a un paso del ensanche o del casco histórico?? Tanto la ciudad vieja como la nueva son bastante atractivas de por sí sin necesidad de estas actuaciones. Sólo hay que ver la cantidad de gente que discurre por ambos espacios. Además, no creo que sea una excusa mejorar el número de visitantes o aumentar la cantidad de compras que se podrían realizar para poner el ojo a lugares como el campus sur o al mencionado por el anterior alcalde, la zona de las huertas que hay justo detrás del ayuntamiento. Aparte de ser un estropicio porque limitan las posibilidades de los espacios donde se ubican, no hacen si no fomentar el uso del vehículo privado en vez de lo contrario en zonas que obviamente tienen problemas de tráfico, es decir, las del centro, ya que para llegar a estos espacios, hay que pasar por el centro. Además, me parece un error gravísimo andar planificando y trazar este tipo de actuaciones que afectarían irremediablemente a espacios que merecen conservarse ya que uno, es una zona verde que cuenta con especies longevas y se integra perfectamente con la Alameda (de hecho hay un mirador hacia el Campus sur), y el segundo, está dentro del casco histórico y conllevaría trazar vías que enlazaran con las que rodean la “almendra”, provocando una degradación de esos espacios, y cambiando la percepción y la armonía de esos espacios dentro del casco histórico, inmediatos a la plaza del Obradoiro. Es obvio que el dinero manda, pero no es justificación ninguna seguir alentando el uso del vehículo privado, y más si es a costa de actuaciones que dañarían irremediablemente estos espacios. Como dije en mi anterior entrada, ya está bien de andar planificando la ciudad sin tener en cuenta un verdadero plan de movilidad. Ya está bien de planificar la ciudad para el paso de vehículos. Es que no hay suficientes infraestructuras orientadas al uso de éstas por parte de los coches?? No hay manera de potenciar el transporte público?? En otras ciudades de Europa se ha conseguido. Qué pasa en Santiago para que sea una quimera? Qué pasa que por un lado peatonalizan el ensanche y limitan la circulación de los vehículos por el mismo, pero luego quieren hacer más parquings?? Pura contradicción y sinsentido.
ResponderEliminarIx